lunes, 22 de febrero de 2016

Arte y racismo, las palabras y el arte

Arte y racismo, hipocresías o una decisión correcta


Antecedentes

¿Existe racismo, trato despectivo, discriminación cuando se usan las palabras negro, enano, esquimal  en las etiquetas de obras de arte? ¿Es ofensivo si se llama así a las personas que fueron objeto de un trabajo artístico, en pintura, escultura u otra forma? ¿Es correcto políticamente evitar estos términos por ser “ofensivos”?

El Rijksmuseum de Ámsterdam modificará en 2016 hasta 300 títulos de obras para evitar palabras consideradas conflictivas como ‘negro’, ‘enano’, ‘moro’ o ‘mahometano'. En especial si las obras se derivan de la época colonial”, como parte de un proyecto que aspira a evitar vocablos (hasta 23) como negro, cafre, indio y otros considerados despectivos. El plan no es fácil, porque la búsqueda de alternativas exige encontrar apelativos precisos hasta mediados de 2016.

Hay títulos como Jovencita negra (1895-1922), un óleo del pintor holandés Simon Maris (1873-1935) fáciles de adaptar al lenguaje actual.


Jovencita negra' (1895-1922), un óleo del pintor holandés Simon Maris.

El lenguajes es traicionero y a veces se dicen cosas que no se quieren decir. Las instituciones públicas deben tener un especial cuidado en el uso de algunos términos que pueden herir sensibilidades. Así, por ejemplo, hay que evitar palabras tan extendidas como esquimal o jíbaro.  “Para ellos esquimal es peyorativo, significa comedor de carne cruda. Usan inuit –que significa persona-, y es como se autodenominan”.

En otros centros famosos la respuesta es variada. El Museo Británico afirma que “en estos momentos, no planea modificar los títulos de ninguna de sus piezas”. La National Gallery londinense, por el contrario, asegura “revisar constantemente los rótulos y descripciones” de sus obras. También señala que hará “los cambios que considere necesarios atendiendo a distintas razones”. La National Portrait Gallery, en Londres, califica de “muy interesante lo que hace el Rijksmuseum, pero no se puede aplicar a nuestros retratos, que suelen llevar el nombre del modelo”.

Los tiempos cambian, cambian los lenguajes , algunas palabras  permanecen y otras quedan relegadas . Para las que quedan el significado cambia porque hay nuevas circunstancias. La palabra inquisición hace mas de 500 años hubiera puesto a temblar de terror a cualquiera de nosotros, hoy esa palabra evoca una organización criminal y delictiva, cuyo fin real era la expropiación de las riquezas de personas honestas y productivas. Una  variante de la mafia siciliana o la yakuza japonesa. Otros términos, como la bula de excomunión también podrían haber causando infartos por el temor, hoy solo suena a un documento de mal gusto, lleno de estupideces  y palabras  sin sentido. Tan ridículo como si nos anunciaran  mediante un documento  la muerte de las mascotas del rey de una lejana isla en el Océano Pacífico.

Cuando las palabras valen más que el arte

Del mismo modo, el significado despectivo o discriminador atribuido a las palabras que deben retirarse, ha cambiado y no es propio de la época. Hace 150 años, quien mencionaba la palabra negro quizás, era colonialista explotador, consideraba a los miembros de esa etnia como mercancía que se podía comprar o vender, y en su mente se podía identificar el desprecio, la sensación de superioridad y otros aspectos negativos. Hoy, la palabra negro solo nos hace pensar en personas de un grupo étnico diferente, nada más.

En cuanto a la expresión artística, una persona  educada para entender y valorar el arte,  con sensibilidad  y juicio para opinar sobre el valor intrínseco de la obra de arte, no le interesa si en un retrato aparece una persona blanca, negra, oriental; él solo aprecia el tratamiento artístico, las luces y sombras, la proporción. Es decir juzga la obra de arte por sí misma. Del mismo modo, Elvis Presley hace 150 años jamás se hubiera atrevido  a actuar en público con los esclavos negros; hace 50 años Presley se alimentó de la música negra para crear su estilo que gustó a blancos y negros.

La intención de cambiar las palabras suena más a hipocresía, a falsa cortesía, a concesiones espurias para grupos de presión con intereses políticos, al sometimiento del interés e  intención artística a intereses prosaicos.

En una obra de arte, si el retrato  pertenece a un negro, una persona con cultura artística no va a menospreciar el trabajo si este es de buena  calidad. Si el retrato es de una persona blanca y es de mala calidad, el que tienen interés genuino por el arte no sobrevalora esa obra.

El arte tiene su propio lugar

El pintor negro Kerry Marshall (no creo que sea políticamente incorrecto decirlo así) pinta retratos de su gente, y estéticamente no pasarían las pruebas porque antepone un mensaje de reivindicación. Aún más en los títulos de sus obras aparece la palabra “negro”. ¿Está desorientado o es despistado? ¿No sabe que esa palabra “ofende” a su gente? No,  el presenta su propuesta visual, artística; no literaria,  lingüística o verbal.


Kerry Jame Marshall, nació en 1955, Alabama ; estados Unidos



Kerry Jame Marshall. Lost boys AKA Black Johnny, 1993. Cortesía del artista. Galería Jack Shainman, NY, y Koplin Del Rio, CA

En el caso  de los retratos y otros trabajos donde aparecen negros u otros grupos humanos, si el artista hubiera tenido en  mente el sentido despectivo de la palabra “negro” o hubiera asociado a sus modelos con personas inferiores, no habría tenido la voluntad para captar la nobleza, delicadeza de los rasgos, contraste de luces  y sombras, y crear la belleza que hoy admiramos en esos retratos. Si Simon Maris hubiera pensado como colonialista o explotador, quizás habría obtenido una visión grotesca y no el bello retrato que se observa.

En el tiempo en que se crearon esas obras de arte, había hombres blancos  buenos y muy malvados, hoy sigue habiéndolos; pero también hay algunos negros buenos y otros muy malvados con su propia gente. Entonces, ¿cual es la diferencia? El arte está por encima del significado de las palabras.

Referencias

Kerry James Marshall: pintura y otras cosas

La corrección política entra en el museo, 8 d enero del 2016
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/01/04/actualidad/1451900746_779078.html

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