jueves, 21 de junio de 2018

Arte contemporáneo: fraude engaño, broma pesada


¿Es Arte el llamado “Arte contemporáneo”?


 “El arte lo es cuando así lo decide el artista”. Marcel Duchamp

Una obra de arte genuina tiene las cualidades  : i) Es una obra estrictamente pensada, ii) Es un producto que resulta del pensamiento, iii) Puesto que surge del pensamiento, tienen valor intelectual, iv) Es una obra original; v) Es única e irrepetible; vi) Tiene perfección en su ejecución, vii) Está asociada a una actividad creativa, de uno o varios creadores, es un  producto creado en una actividad que requiere de inventiva, así como innovación y originalidad.

En la actualidad la corriente llamada “arte contemporáneo” muestra una estética vacía rodeada de buenas intenciones,  que por ser vacua y falsa, necesita estar siempre en un museo o galería para poder existir ante los ojos del público como “arte”.
Los trabajos del “arte contemporáneo” no tienen características extraordinarias por sí mismos, se crearon como rechazo a las academias para mostrar dirección y estilo “propio”;  aunque no tendrían presencia ni existencia fuera de los tradicionales recintos de los museos, y porque fuera de ellos, pasarían completamente desapercibidos e ignorados por su naturaleza efímera, vulgar, intrascendente  y cotidiana. Por estar cubiertos por el aura clásica de los museos y galerías adquieren el estatus de “obras maestras” y son presentados como “arte”, sólo porque una supuesta  y fraudulenta autoridad en el rubro les asigna esa categoría  y crea un dogma aceptado con sumisión y sin cuestionamientos por los snobs, que tienen  mucho dinero, pero son incapaces de pensar por sí mismos.
El “arte contemporáneo” es ahora una ideología cerrada, banal, engañosa, manipuladora y envilecedora del sentido estético, que anula, sanciona y castiga la posibilidad de verificación o crítica; es evidente la falta de rigor y el mínimo esfuerzo en las creaciones, deja de manifiesto la poca o nula inteligencia de la corriente. Puesto que no soportan la crítica racional, el “arte contemporáneo” o “arte snob” encuentra su fuerza y justificación en diversos dogmas surgidos de afirmaciones arbitrarias, que son obedecidas por snobs o imitadores sumisos, incapaces de usar el intelecto para cuestionar y rechazar obras fraudulentas. Un dogma en teología es una verdad divina impuesta para ser creída por los fieles; los dogmas del “arte contemporáneo” son impuestos por los curadores, en complicidad con falsos artistas e ideólogos de peligrosas utopías empeñadas en destruir al mundo.

Duchamp fue pionero en esta perversión del arte. El dogma de la transustanciación, afirma que un objeto cambia de sustancia por influencia mágica”. Basta que un curador lo diga, basta que se coloque en un museo o galería y una bolsa de basura, amasijos de materiales de construcción o excremento, se conviertan en “obras de arte”. Los snobs contemporáneos aceptarán sin dudar, la explicación del curador-sumo sacerdote de una ideología perversa.

El  “significado” es completamente arbitrario, porque el objeto mismo lo es, las obras no tienen valor estético que la justifique como arte y, el audaz visitante que expresa que lo que observa no le comunica nada o no demuestra algún significado, de inmediato es calificado de ignorante, pues el curador, el artista y el crítico (el trio inefable) son los que poseen una “sensibilidad especial” y la “cultura necesaria” para entenderlo. De esta manera, se otorga un valor a algo que carece de ello, “la conciencia de la realidad se somete a la superstición, sepultando definitivamente a la razón”. ¿No es igual a la ideología marxista de los LBGT XXX, empeñados en destruir la moral, ética, buenas costumbres y valores humanos?

Esta “obra de arte” se muestra en la Bienal de Venecia. Si este montón de piedras es arte, entonces el dueño de la casa en construcción es irracional porque destruye las “obras de arte” que está fuera de la casa. Hasta los escombros se convierten en “obras de arte”. Terrible y procaz realidad.



 Instalación de Lara Almarcegui en la Bienal de Venecia, 2013.

Esto es material común en una construcción, pero para los snobs tiene más trascendencia que el problema filosófico de la inmortalidad.


Goldfish, piedras, agua, bolsas plásticas, medidas variables, 2013

Las imágenes siguientes muestran trabajos que revelan el sentido del humor absurdo y procaz de los “artistas”. Prácticamente le dicen al espectador inteligente: “Si no entiendes, eres inculto, bárbaro, estás ciego”.







La burla no se realiza solo con piedras; cualquier material vale. En esta imagen, el papel es el material dominante, y es un ejemplo de insanía y escasa inteligencia creativa artística.


Acción de Rubén Barroso. La ilustración (sobre el papel del arte)

Referencias

Razones Por Las Que El Arte Contemporáneo Es Un Fraude

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